La DPZ recupera la obra del escultor Zacarías Pellicer con dos exposiciones retrospectivas en Veruela y en la sala 4º Espacio
Pueden visitarse hasta octubre e incluyen 187 piezas que resumen la trayectoria y la esencia creadora del artista taustano, uno de los escultores aragoneses más destacados de las últimas décadas.
Miércoles, 28/06/2023
La Diputación de Zaragoza recupera y reivindica la obra y la trayectoria del escultor taustano Zacarías Pellicer con dos exposiciones retrospectivas que pueden verse de desde hoy miércoles y hasta el mes de octubre en el claustro y la cocina del monasterio de Veruela y en la sala 4º Espacio de la capital aragonesa. En total son 187 piezas que permiten disfrutar de la esencia creadora de uno de los más destacados escultores aragoneses de las últimas décadas.
La obra de Zacarías Pellicer (1943-2011) destaca por varias constantes: los materiales con los que se identifica (el roble y el boj); los colores (el negro y los ocres); la integración del espacio para darle la misma importancia que a la materia; la recuperación de objetos y la sutileza y el cariño con que los transforma en obras de arte... “Esas características definitorias están muy presentes en las dos exposiciones con las que la DPZ ha querido rendirle homenaje, que repasan toda su trayectoria desde sus primeras esculturas en la década de los 70 hasta el 2010 y muestran la evolución y la coherencia de sus aportaciones”, ha destacado la diputada delegada de Cultura de la DPZ, Ros Cihuelo.
Tal y como ha detallado el comisario de las exposiciones, Jesús Molledo, en Veruela, la exposición “La dignidad de la materia” reúne las 136 piezas de su primera época. El visitante puede disfrutar de esculturas de la serie “Abstracción” talladas en roble, en boj o en alabastro, de obras de gran formato y de instalaciones compuestas de numerosos elementos. En la cocina del monasterio pueden verse las esculturas de las series “Cruces”, “Serpientes” y “Cerdos” y a lo largo del claustro el visitante podrá disfruta de los grandes “Elementos elevadores” y de la instalación “Materia”, compuesta por manzanas de diferentes formas y materiales. Seguidamente, se muestra una extensa representación de la serie “Brotes”, donde se incluye la instalación “Interrogante” constituida por siete elementos escultóricos que dan paso a la galería con dos flores de boj. El recorrido finaliza con una sorprendente instalación de más de 50 lanzas de boj que oscilan sobre las barras de hierro que las sustentan al paso del espectador.
En paralelo, en la sala 4º Espacio de Zaragoza la exposición “Pasión por la forma” muestra las 51 esculturas de las series con formato más reducido, como son “Brotes”, “Elementos elevadores”, “Palomas”, “Instrumentos para la supervivencia”, “Flores”, “Móviles” y “Materia”, donde el roble y el boj que aflora son los materiales sustanciales. Piezas que pueden verse junto a las de la serie “Signos”, en la que el artista incorporó a la madera diferentes metales, esencialmente el plomo.
El artista
Desde muy joven se sintió atraído por el dibujo y su pasión por la escultura se inició de forma autodidacta, ya que su inquietud le llevó a buscar formas y cualidades expresivas en la recomposición de materiales y objetos encontrados, de desecho, particularmente recortes de madera e hierro. Después se formó en el taller del pintor y grabador José Antonio Eslava en Pamplona, con quien durante más de cinco años estudió dibujo y sobre todo trabajó con el barro y con la piedra modelos clásicos y escultura naturalista.
Pasó después por diferentes talleres artesanales en los que trabajó la piedra, la forja, la carpintería mecánica o la restauración, lo que le llevó a formarse como artesano y realizar por si mismo todos los trabajos que requerían sus obras. Su taller de Tauste fue siempre el epicentro de sus creaciones, de temática variada.
Pellicer descubre, explora y desarrolla intuiciones estéticas, formas expresivas esenciales plasmadas en series compositivas que jalonan y van marcando la evolución de su proceso creador. Sus formas, en cada serie, a veces se superponen y, aunque parece que se ha alcanzado en cada una de ellas las múltiples posibilidades expresivas, el logro poético se mantiene o se recobra, como los sueños recurrentes, que vuelven a conmovernos y se completan.
Su perfil personal responde a la definición de un artista que, aunque estricto con su práctica escultórica, se presenta alejado de las políticas artísticas oficiales pero fuertemente implicado con su tierra, con la naturaleza y en extrema unión con los materiales que conforman su escultura. Así, para formalizar su obra utiliza habitualmente madera de boj, roble y alabastro enriquecido, a veces, con objetos encontrados que llenan de significado sus creaciones.
Esta inspiración gira alrededor de la naturaleza, dando lugar a una producción sistematizada en series que se van desarrollando en largos periodos de tiempo, sucesivas y solapadas unas con otras, pero siempre manteniendo un hilo conductor que impone la coherencia de toda su obra.
Hizo exposiciones en Cinco Villas, Zaragoza, Huesca, Jaca, Sabiñánigo, Pamplona, Tafalla, Sangüesa, Olite, Soria y numerosas localidades del Camino de Santiago, y sus obras también llegaron a Suiza, a La Moncloa y la feria ARCO. Entre los reconocimientos recibidos a lo largo de su trayectoria destacan el Premio San Jorge de Aragón, el premio Angel Orensanz, la Medalla de Oro en Almería o el Premio Numancia.
Horarios y fechas
“La pasión por la forma” puede verse hasta octubre en la sala 4º Espacio de Zaragoza (Coso, 50) con entrada libre de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 de martes a sábado y de 11.00 a 14.00 los domingos y festivos (los lunes estará cerrada).
“La dignidad de la materia” puede disfrutarse también hasta octubre en el monasterio de Veruela en el horario habitual de apertura, de martes a domingo de 10.30 a 20.00, y pagando la entrada al recinto. Los lunes el monasterio permanecerá cerrado, excepto los festivos.